miércoles, 14 de abril de 2010

LA GUERRA DE RUANDA


La Guerra de Ruanda de 1990 a 1994
antecedente del genocidio

El 1 de octubre de 1990 el Frente Patriótico Ruandés (FPR) en el exilio atacó Ruanda desde el vecino Uganda, que contaba con el soporte logístico y armamentístico de Gran Bretaña y Estados Unidos. La respuesta del gobierno ruandés, con el apoyo de Francia, Bélgica y el Zaire, fue inmediata, y después de repeler el ataque, tomó medidas como el encarcelamiento de seis o siete mil personas acusadas de colaborar con el FPR en territorio ruandés, las cuales fueron liberadas en poco tiempo; algunas de ellas, sin embargo, con signos de haber sido torturadas. La respuesta de Habyarimana tuvo una reacción por parte del FPR, que cometió varias matanzas tales como el exterminio de la población de Muvumba o las matanzas en Ruhengeri, el 22 de enero de 1991, lo que abrió un camino sembrado por el odio con consecuencias catastróficas.

Este macabro toma y daca entre unos y otros fue en aumento y así, los hutus respondieron con la misma moneda atacando y comentiendo algunas matanzas contra la población tutsi en algunas regiones del país. Las principales fueron contra los bagogwe, un subgrupo tutsi del norte, en enero de 1991, y contra los tutsis de Bugesera, en marzo de 1992.

La respuesta del FPR no se hizo esperar: en febrero de 1993, tras un ataque a gran escala por parte del Frente Patriótico Ruandés, hasta un millón de personas tuvieron que retirarse al centro de Ruanda. Algunos lugares donde el FPR diezmó la población son: Ngarama, Mukingo, Kinigi, Kigombe, Matura, Kirambo.

Ante este maremagnum bélico la comunidad internacional intervino con un intento de acuerdo entre el gobierno ruandés y los rebeldes. Presionado desde el exterior, el presidente Habyarimana aprobó una nueva Constitución que autorizaba el multipartidismo, lo que ayudaría a suavizar la situación. Se creó un gobierno de coalición que se propuso, entre otros objetivos, el de comenzar negociaciones con el FPR, lo cual culminó en los Acuerdos de Arusha (Tanzania), firmados en agosto del 93 y auspiciados por la OUA (Organización para la Unidad Africana) y por Tanzania y garantizado por dos misiones de asistencia de las Naciones Unidas, UNOMUR (misión centrada en mantener la calma entre las fronteras de Ruanda y Uganda) y UNAMIR, esta última, establecida a raiz de la Resolución del Consejo de Seguridad nº 872, tomada el 5 de octubre de 1993. Estos acuerdos preveían un gobierno de transición a una sociedad más democrática, la repatriación de los refugiados, la integración de los dos ejércitos y un reparto de poder entre los distintos partidos políticos que se habían creado.

Tras estos acuerdos, la oposición a Habyarimana se divide. Condicionados por el asesinato del presidente Ndadaye y la matanza de hutus en Burundi, los partidos políticos ruandeses se alían en dos frentes: unos se aproximan al presidente y los demás al FPR. El periodo de transición debería concluir en unas elecciones multipartidistas que, debido a la situación en el país, era difícil que fueran ganadas por el FPR aun con el apoyo de hutus moderados. Esto aumentó la tensión entre los partidarios del FPR que no creían alcanzar el poder a través de las urnas.

Durante los últimos meses de 1993 y principios de 1994, según nos cuenta el Comandante de la misión UNAMIR (Misión para la Pacificación de Ruanda de Naciones Unidas), General Romero Dallaire, se produjeron hechos claros que hacían presagiar lo peor. Desde occidente se veía el conflicto ruandés como un conflicto interno y la soberanía de las decisiones a tomar era de los políticos ruandeses. A juicio de las Naciones Unidas y Estados Unidos, sobre todo, la situación no era tan extrema como para llevar a cabo una interveción militar por parte de la misión UNAMIR. Sin embargo, Dallaire, estaba convencido de que existía un plan macabro con el objetivo principal de eliminar a la etnia tutsi y hutus moderados opositores al gobierno.



miércoles, 7 de abril de 2010

La República de Guinea Ecuatorial


La República de Guinea Ecuatorial es un país del África central, y uno de los países más pequeños del continente africano. Limita con Camerún al norte, Gabón al sur y el golfo de Guinea al oeste, en cuyas aguas se encuentran más al suroeste las islas de Santo Tomé y Príncipe.

Antiguamente fue una colonia española conocida como Guinea Española, aunque posteriormente fue considerada como provincia española, y obtuvo su independencia el 12 de octubre de 1968. El territorio del país (conocido en su parte continental como "Río Muni" o "Mbini") incluye un gran número de islas, entre las que se encuentra la isla de Bioko (antigua Fernando Poo), donde se ubica la capital, Malabo (llamada antiguamente Santa Isabel). La ciudad de Cocobeach (al sudoeste de la provincia del Litoral) es, desde 2006, de soberanía conjunta con el vecino Gabón (ciudad original de este país). Guinea Ecuatorial es uno de los territorios en la parte continental africana donde el español es un idioma oficial, además de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, y la parcialmente reconocida República Árabe Saharaui Democrática (Sahara Occidental), ocupada por Marruecos.

En Guinea Ecuatorial, uno de los países más pequeños del continente africano, comienzan a prepararse las próximas elecciones, presidenciales y legislativas, cuya fecha aún no se ha establecido. El petróleo, única fuente de ingresos, sigue estando en manos de unos pocos y no garantiza el desarrollo adecuado del país, que sigue siendo uno de los más pobres del mundo. A pesar de los diversos programas preventivos implantados por el Gobierno y la reciente entrada en la Organización Mundial del Comercio (OMC), siguen escaseando los esfuerzos reales para diversificar y reforzar los demás sectores económicos. Al mismo tiempo, a causa de las continuas violaciones de los derechos humanos, Guinea Ecuatorial está comenzando a perder credibilidad a nivel internacional, tal y como se demostró por las recientes polémicas con Argentina.

Las enfermedades tropicales.


ENFERMEDADES TROPICALES ¿NOS GANAN LA BATALLA?

La patología tropical comprende las enfermedades prevalentes o más frecuentes en la zona intertropical. Las enfermedades tropicales son casi como sinónimos de higiene pública y la franja territorial entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio –cruzada en la mitad por la línea ecuatorial- es a su vez como un sinónimo de pobreza y de condiciones sanitarias deficientes.

Esta zona intertropical también incorrectamente se ha llamado zona tórrida, ecuatorial, tropical o trópico. Sugiere calor –aunque no es donde se pueden observar mayores temperaturas en el mundo, mientras que en las áreas altas de los Andes hay frío- y playas vacacionales, sugiere vegetación eterna y selvas, sol picante, africanos, aborígenes, asiáticos, pobreza, subdesarrollo, indolencia, desorganización, escasez de agua potable y de saneamiento ambiental (como quien dice, sugiere insalubridad) y otra serie de cosas que distan mucho de ser exclusivas de estas regiones pero que sí concuerdan en su mayor parte con su descripción (¡así es la vida en el trópico!).



Y aunque incorrectas, trópico y tropical son las palabras más usadas para referirse a esta zona terráquea. Las enfermedades tropicales son aquellas cuyo estudio incluye principalmente enfermedades parasitarias, enfermedades transmisibles causadas por insectos y otros vectores artrópodos, las causadas por ofidios y animales ponzoñosos, pero en razón de la pobreza casi patognomónica de la zona tropical, por extensión se estudiarían además aquellas enfermedades infecciosas que disponen de insuficiente presupuesto para combatirlas y que afectan de manera desproporcionada a las poblaciones pobres y marginales, particularmente prevalentes en estas regiones.

En este orden de ideas, comenzaremos por decir que más de mil millones de personas presentan alguna de las enfermedades tropicales desatendidas.

En los países tropicales se encuentra un gran número de microorganismos patógenos que se diseminan muy fácilmente, debido en parte a las condiciones ambientales que caracterizan estas zonas (temperaturas promedio cercanas a los 32-37º C, humedad relativa de alta, gran cantidad y biodiversidad de seres vivos, etc.).

Antes de la globalización y del auge de la movilidad, un ciudadano americano poco debía preocuparse de la enfermedades tropicales, en especial de las parasitarias.

Ahora no sólo viajan los individuos a países lejanos e intertropicales, sino también lo hacen las bacterias y los virus –y lo más grave es que mutan y se vuelven más virulentos como en el caso del Virus del Nilo Occidental) o el individuo viaja con enfermedad en incubación. Así pues, los patógenos responsables de las enfermedades tropicales son de todas las clases, virus,
bacterias, parásitos, hongos.

En la zonas de clima cálido, muchas bacterias se pueden diseminar de persona a persona, por aire o por contacto sexual. Es necesario cuidarse de la ingesta de agua y alimentos contaminados, lo que sólo debe hacerse en sitios seguros o con productos enlatados o embotellados. La infección por picaduras de insectos en asunto común en las zonas tropicales, particularmente a nivel del mar o a alturas intermedias.

Para citar algunas enfermedades tropicales, comencemos por los virus. Entre los arbovirus (generados por artrópodos como mosquitos, moscas, pulgas, etc.) están los que causan el dengue y la fiebre amarilla. Otros virus comunes en estas regiones son el rotavirus, el VIH, el virus del Ébola, el de Marburg y el que causa la fiebre de Lassa.

En el trópico hay también epidemias de cólera, infecciones por colibacilo, la tuberculosis, la lepra, salmonelosis y fiebre tifoidea, entre otras enfermedades causadas por bacterias. Entre las enfermedades causadas por parásitos están la malaria –como una de las más frecuentes y nocivas- la leishmaniasis, la tripanosomiasis, la esquistosomiasis, la filariasis, las causadas por protozoarios entéricos (criptosporidiasis, ciclosporiasis, amibiasis, giardiasis) y otros protozoarios como el Toxoplasma gondii y la tricomona. Además están las helmintiasis.


LOS ARTRÓPODOS COMO VECTORES DE ENFERMEDADES

* Los artrópodos pueden actuar como vectores inertes, que son simples transportadores del agente sobre su superficie corporal (moscas, cucarachas...) y como vectores activos, que son en los que vive y se desarrolla el agente. Hay vectores activos que incluso sufren enfermedad y llegan a morir.

* Algunas veces transmiten la infección a la propia descendencia (garrapatas y ácaros). La propagación del agente puede ser por regurgitación y depósito por picadura o simple aposición en zonas descamadas de la piel, por defecación sobre zonas erosionadas o de picaduras, o por la saliva.

* Dentro del vector, el agente se multiplica (variante propagativa), o cubre un ciclo biológico completo con transformaciones (ciclo obligado) o, además del ciclo, se multiplica (ciclo propagativo).

* El período de incubación extrínseco es el tiempo que transcurre entre la adquisición del agente por el vector y el momento en que lo puede transmitir a otra persona o animal superior.

* En las infecciones transmitidas por vectores (infecciones metaxémicas) son fáciles las re-infecciones (super-infecciones), en las cuales tienen gran importancia factores exógenos (suciedad) y endógenos (como el tipo de hemoglobina de los enfermos del paludismo).

* Los factores dependientes del vector son la capacidad del mismo para infectarse y transmitir el agente, su supervivencia, y la capacidad para hacer contacto con seres humanos al vivir en su proximidad (domesticidad). Los procesos que transmite a veces son exclusivamente del hombre, y otras veces compartidos entre éste y otros animales superiores (zoonosis). (http://hal140580.iespana.es)

* La importancia del vector en la génesis de enfermedades hace de la higiene privada y pública algo primordial. También es la base de la industria de los insecticidas, que aunque muy útiles, pueden ser tóxicos para las personas en contacto frecuente con ellos, y peligrosos para las mujeres embarazadas. Un problema frecuente es que los insectos y otros vectores mutan y se vuelven resistentes a muchos insecticidas.

* Los mosquitos que más frecuenten transmiten enfermedades están el Anofeles, el Aedes aegipty, el Culex y los flebótomos, Otros artrópodos vectores son garrapatas, chinches y moscas.


Los campos de refugiados del mundo



Los campos de refugiados del mundo
Imagínate que tu vida, tal y como la conoces, desaparece en un abrir y cerrar de ojos. La guerra, violencia o temor por la seguridad de tu familia te obligan a abandonar tu casa. Después de horas o incluso días de un viaje tormentoso, encuentras refugio lejos, en una tienda escuálida. Dependes de la comida que te dan, posiblemente sin agua potable ni asistencia médica para prevenir los estallidos de la cólera, de la disentería, de la hepatitis, de la malaria, y de otras enfermedades.

No es una bonita imagen, ¿verdad? Pero es un hecho constatado que millones de personas por todo el mundo, en países grandes y pequeños, gente de todas las edades y muchas nacionalidades, han estado viviendo en estas condiciones tan desoladas y precarias durante años.
Se les llama refugiados o gente internamente desplazada. Ésta es su historia.



Según datos de la encuesta de Refugiados Mundiales del 2006, conducida anualmente por el Comité de Refugiados y Inmigrantes de los EEUU (USCRI), una devastadora cifra de 33 millones de personas están siendo desarraigadas de sus hogares por todo el mundo. De estos, 12 millones son refugiados y solicitantes de asilo que viven en campos en países ajenos y 21 millones son Personas Internamente Desplazadas (IDP), una designación oficial para civiles desplazados por persecución, conflicto armado o violencia esparcida. No entran en la categoría oficial de “refugiado” ya que viven en sus propios países, pero su apuro es igual de terrible.

La USCRI dice que los iraquíes tienen el campo de refugiados y grupo de crisis IDP con mayor crecimiento del mundo, con cerca de 2 millones de personas que han huido del país y 1,7 millones de personas internamente desplazadas. En Sudán, más de 5,3 millones han dejado sus hogares, intentando escapar del genocidio de la milicia apoyada por el gobierno en la parte oriental del país, conocida por la comunidad mundial como Darfur. Y un conflicto armado persistente en Colombia ha desplazado internamente a 2,9 millones.

Esos son solo tres “puntas del iceberg” en una larga lista de países y regiones impactadas por esta tragedia humana. Las estadísticas de la USCRI muestran que 26 naciones en conflicto, predominantemente en África y el Oriente Medio, tienen una crisis IDP. Y como nuevos conflictos crean una oleada constante de refugiados y IDP’s, tener las cifras actualizadas es una tarea desafiante.

Las figuras actuales de la UCRI nos muestran que:

•El Oriente Medio tiene las cifras más altas de refugiados e IDP’s: un impactante 4,2 millones. Palestinos, afganos e iraquíes configuran la mayoría de la población arraigada.
•Con 3,2 millones de refugiados y IDP’s, África tiene la segunda cifra más alta. Los refugiados de Sudán son el grupo mayoritario, repartidos por los campos de refugiados de varios países.
•Casi 2 millones de refugiados e IDP’s viven en la parte central y sur de Asia, con más de 1 millón de afganos solamente en Pakistán.
La vida en los campos de refugiados
Cuando la gente huye de sus hogares, dejan atrás la mayoría de sus pertenencias. A veces, consiguen llevarse algunos esenciales, pero la mayoría de veces, se alegran de escapar únicamente con sus vidas intactas. Suelen acabar con cientos de otras personas en campamentos que pueden extenderse varias millas. Esto es un campo de refugiados, un lugar que ninguno de nosotros habitaríamos libremente.

Pero los refugiados no tienen elección. Habiendo huido de conflictos de dimensiones inimaginables –masacres, genocidios y demás atrocidades- están aliviados de haber encontrado un lugar seguro. Construyen tiendas y otros cobijos con los materiales disponibles – palos, láminas de plástico, barro y piedras. En el mejor de los casos, agencias humanitarias de ayuda, como las mencionadas más arriba, proporcionan los básicos: comida, agua potable y asistencia médica rudimentaria. Pero a veces, dependiendo del clima político de la zona y el acceso al campo de refugiados, pueden pasar semanas antes de que llegue la ayuda.

Durante este tiempo, se pueden extender rápidamente enfermedades como la cólera y la disentería entre miles de personas juntadas en estos asentamientos provisionales.

La esperanza de los refugiados es ser reestablecidos rápidamente a un lugar seguro, o, mejor aún, volver a sus hogares que dejaron atrás. Se supone que un campo de refugiados tiene la intención de ser una solución temporal, no una residencia permanente.

Desafortunadamente, éste no es el caso para muchos.

Refugios permanentes
ES difícil de imaginar, pero algunos refugiados suelen acabar viviendo en los campos más tiempo del esperado porque no tienen hogar seguro al que volver, o no pueden ser reenviados a otros países debido a las políticas de asilo restrictivas de otros países. Los trabajadores ayudantes llaman a esta estancia prolongada como “el almacenaje”, definido como “poblaciones de 10.000 o más personas restringidos a campos o arreglos segregados, o de otro modo privados de derechos fundamentales durante cinco años o más".


El UCRI dice que globalmente hay aproximadamente 7,8 millones de personas que están bajo esta categoría de “refugiados permanentes”. Los palestinos encabezan la lista con más de 3 millones. Han estado en campos tanto tiempo – más de 50 años – que la UNHCR ni siquiera les incluye en sus cifras generales. Y más de 1 millón de afganos han estado en Pakistán por 26 años. Imagínate: generaciones que nunca han visto su patria.

Podemos aprender una lección de la historia: mientras hayan guerras y conflictos, habrán refugiados. Y la tragedia obvia es que no hemos aprendido del pasado. Siete años entrados en el siglo 21, millones de almas desplazadas aún no tienen hogares propios.