lunes, 17 de enero de 2011

INUNDACIONES EN BRASIL Y AUSTRALIA

LAS INUNDACIONES DE BRASIL.

BRASILIA, Brasil.- Más de 1.000 personas están desaparecidas en el estado brasileño de Alagoas, como consecuencia de las lluvias e inundaciones que asolan al noreste del país y que ya han dejado cerca de 45 muertos, afirmó el gobernador Teotonio Vilela Filho.

La Secretaría Nacional de Defensa Civil señaló que el poblado de Uniao dos Palmares fue el más afectado por la crecida del río Mundaú. De acuerdo con Vilela Filho, la lluvia destruyó más de 40.000 casas, además de puentes, calles y vías férreas en 22 municipios del estado. "Los ríos de Pernambuco van a toda la región y devastaron a las ciudades", declaró.

Los bomberos indicaron que hubo poblados que fueron borrados del mapa por la crecida, mientras que otros quedaron aislados. El acceso a esos lugares para acercar ayuda a los pobladores sólo puede realizarse con la colaboración de la Fuerza Aérea, que destinó cinco helicópteros a la tarea, según fuentes oficiales.


LAS INUNDACIONES DE AUSTRALIA.

Una superficie equivalente a la de Francia y Alemania han resultado inundada en el noreste de Australia a causa de las lluvias que ha sufrido la región y que han afectado a más de 200.000 personas, según informaron este viernes fuentes oficiales.

La jefa de gobierno del Estado de Queensland, Anna Bligh, dijo que miles de hogares y negocios están anegados, y que todos los habitantes de dos poblaciones han tenido que ser evacuados.

"Tenemos 22 ciudades o pueblos que están inundados o aislados porque las carreteras han sido cortadas por el agua. Esto representa 200.000 personas y un área mayor que Francia y Alemania juntas", dijo Bligh en declaraciones a la emisora ABC.

"Es sin duda una tragedia de una magnitud sin precedentes", añadió.

Días de lluvias torrenciales han dejado miles de casas y negocios inundados, campos de cultivos anegados y carreteras cortadas, un desastre que costará varios miles de millones de dólares a las autoridades locales y las compañías de seguros.

El mercado de frutas y verduras en Australia sufrirá las consecuencias de estas riadas, pues las cosechas que no se han visto afectadas por los aguaceros difícilmente podrán ser trasladadas a tiempo desde el campo hasta los puntos de venta.




jueves, 13 de enero de 2011

El trabajo infantil en los países pobres

La explotación infantil

Sigue en aumento la cifra de niños explotados laboralmente, quienes ganan hasta diez veces menos que un adulto.

En el sur de Asia trabajan más de 100 millones de niños, de los que un 20% hacen jornadas de 13 horas diarias por un sueldo de entre 15 y 20 euros al mes.

En Latinoamérica, donde trabajan 17 millones de niños de entre 5 y 17 años, las ganancias de estos menores suponen del 10 al 20% de los ingresos de sus familias.

La explotación laboral infantil sigue en aumento. En los países más pobres hay 300 millones de niños explotados laboralmente, una situación que exige garantizar que los productos procedentes del Tercer Mundo sean elaborados en unas condiciones dignas de trabajo, salario y edad.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT),"el trabajo forzoso, la esclavitud y el tráfico criminal de seres humanos en especial mujeres y niños están creciendo en el mundo y adoptando nuevas e insidiosas formas". El reclutamiento obligatorio de niños para conflictos bélicos, considerado como una de las peores formas de trabajo infantil, está también en auge.

El sur de Asia presenta los peores índices de explotación laboral infantil, con más de 100 millones de menores en esta situación. En esta región, el 20% de los niños obligados a trabajar hacen jornadas de 12, 13 y más horas al día, y ganan sólo entre 15 y 20 euros al mes diez veces menos de lo que ganaría un adulto. El trabajo infantil es muy común en las curtidurías existen miles en esta zona, donde no se respetan las más mínimas medidas de seguridad e higiene, y los niños están expuestos a contraer enfermedades como la tuberculosis, anemia, úlceras pépticas, problemas respiratorios y abscesos. Asimismo, el sector textil, que representa más de la mitad de las exportaciones de estos países, emplea a millones de niños por sueldos equivalentes a un tercio del salario base de un adulto.

En Latinoamérica, la industria de la minería y los lavaderos de oro se enriquece con el esfuerzo de miles de niños de 5 a 17 años, a quienes pagan tres euros al día. Asimismo, la extracción artesanal de oro, los secadores de piedra pómez y la fabricación de ladrillos -todos ellos tipificados como trabajos altamente peligrosos- son el destino de gran parte de los 17 millones de menores que trabajan la región.

Esta no tiene una solución fácil, ya que el salario de estos niños representa un importante porcentaje de la balanza de pagos de muchos países pobres. A este respecto, se calcula que las ganancias de los menores de 17 años en Latinoamérica suponen entre un 10 y un 20% de los ingresos de sus familias.

Las largas jornadas y las penosas condiciones en que estos niños realizan su trabajo impiden su acceso a la educación, los agota física e intelectualmente y, al mismo tiempo, provocan en esos países graves efectos socioeconómicos, como el aumento del desempleo en la población activa, pues estos menores ocupan el puesto de trabajo de la población adulta.